anterior siguiente

Centro Deportivo
en Valdemoro, Madrid

María Fraile y Javier Revillo
proyectos
Cuidada elección de los vidrios: cuando el interior está iluminado el centro deportivo se percibe como un misterioso objeto ingrávido.
© Eduardo Sánchez y Ángel Luis Baltanás

En una parcela de marcado desnivel se asientan dos contenedores que albergan una piscina y una pista deportiva. Con la misma contundencia con la que Fraile y Revillo manipulan la pendiente del terreno, definiendo dos planos a distinta cota cuya pieza articuladora es el propio conjunto edificado, la estructura se resuelve con gran sencillez, mediante cerchas y soportes de acero laminado que, anclados sobre muros de hormigón "in situ", salvan los alrededor de 30 metros de luz de cada uno de los ámbitos. Sin ambigüedades ni enmascaramientos, vidrio, hormigón y acero se combinan para ‘construir’ minuciosamente un neto espacio interior.

Una de las características más destacadas del proyecto es la sugerente atmósfera interior conseguida con la cuidada elección de los vidrios. En el exterior, este material, combinado con la chapa, proporciona al edificio un efecto de ligereza que se acentúa al anocecher, cuando el interior está iluminado y el centro deportivo se percibe como un misterioso objeto ingrávido.