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Eficiencia energética y responsabilidad

presentación
Estamos en un momento en el que hablar de sostenibilidad se ha convertido en algo habitual, en el que la sociedad se está concienciando sobre la necesidad de ahorrar energía y cuidar el medioambiente y está incorporando patrones y conductas nuevas. Situación de la que no pocos sacan beneficio vendiendo ilusión, y así se revalorizan alimentos, ropa, máquinas, películas o edificios al añadirle la confusa etiqueta de “verde”. Ese producto “verde” que, paradójicamente, puede llegar a recorrer miles de kilómetros en su transporte, consumir grandes cantidades de energía para su conservación o para su elaboración. Es una situación en la que sin duda es difícil separar el grano de la paja, entre otras cosas por todas las implicaciones económicas que supone. Parece que debería ser más sencillo, ya que se tratan temas lógicos, conocidos, pero la falta de una información adecuada, muchas veces manipulada por intereses económicos e incluso políticos, provoca que se realicen conjeturas equivocadas y se den argumentos encontrados sobre situaciones, procesos, materiales que deberían tener una lectura más objetiva.
Conscientes de esta dificultad, en Tectónica se comenzó el análisis del tema con un primer número que se tituló Energía (I) Fundamentos, y que como su nombre indica, intentaba acotar los invariantes que permitieran alcanzar un buen comportamiento energético en la construcción. Este nuevo número de Tectónica, subtitulado Instalaciones, trata ahora de cómo mejorar la eficacia de los edificios de nueva planta, o de los que ya existen, y de explicar las distintas posibilidades de producción de energía. En este sentido la información suministrada desde distintas fuentes varía considerablemente, y no es de extrañar cuando este control de la energía es el origen de buena parte de los conflictos mundiales. Pero además de la eficiencia en la producción de energía, también se debe tener en cuenta la eficacia de su circulación, que resulta siempre más fácil de desarrollar para pequeños objetos repetibles. Por ello es en proyectos de viviendas unifamiliares donde se están poniendo en práctica los sistemas más experimentales. Y un aspecto que todavía está por desarrollar es el del almacenamiento de la energía, que en el momento que se resuelva cambiará de manera radical el panorama actual. A pesar de esta dificultad para llegar a la excelencia sí se puede hablar de mejoras, y en ocasiones de mejoras notables, como son todas las nuevas fuentes de iluminación*. Pero en ocasiones estos aumentos de calidad energética no tienen porqué venir acompañados de maquinarias innovadoras, muchas de estas mejoras se consiguen con procedimientos sencillos, ya probados a lo largo de la historia y ahora puestos al día con medios más precisos.

*Este capítulo se desarrolló intensamente en la monografía número 24 de Tectónica. Iluminación I. Artificial