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La revolución de la madera

presentación
La presencia de las estructuras de madera ha sido constante en la construcción hasta finales del XIX. Se recurrió a ellas desde las construcciones primigenias, cuando los medios disponibles eran escasos y, posteriormente, cuando la madera pasó a ser sustituida por otros materiales, conservaron en muchas ocasiones la lógica del primer planteamiento en madera; los ordenes clásicos y mucha arquitectura popular son buenos ejemplos de ello.
En los países fríos y de abundantes bosques, la madera constituía la totalidad de la estructura y, en los países con menor cantidad de madera, la horizontal y de cubierta. No quedó relegada únicamente a estructuras de pequeña entidad sino que desde muy antiguo también se usó en grandes edificios. Cuenta la tradición que San’a, la capital del actual Yemen, tuvo una catedral nestoriana realizada en madera de teca con clavos de plata y oro y, repasando la historia, se descubre un amplio abanico de otros magníficos ejemplos.
Las ventajas que presentaba, y presenta, el uso de la madera son numerosas: su inmediata puesta en carga, su buen comportamiento a flexión, la facilidad que ofrece para corregir los defectos que puedan aparecer durante la ejecución... pero también cuenta con importantes puntos débiles. Su durabilidad y su mantenimiento han sido tradicionalmente sus principales enemigos, contra los que se ha luchado utilizando diversas tácticas, desde la práctica japonesa de reponer piezas y fragmentos de los templos durante siglos sin alterar en absoluto el diseño, convirtiéndolos por tanto en
Hoy día existen materiales imperecederos que han ido sustituyendo paulatinamente a la madera en muchos elementos de construcción y sin embargo
En primer lugar, este relanzamiento se ha producido en países con abundancia de bosques, donde no es extraña la construcción total con madera. Políticas cuidadosas de cultivo de esos bosques han dado como resultado una materia prima inagotable; el perfeccionamiento del sistema de corte ofrece productos más exactos y variados; el aprovechamiento hasta de las virutas de los aserraderos para la elaboración de elementos derivados de la madera hace que sea una industria muy rentable... Una buena inversión en investigación ofrece constantes novedades y mejoras: nuevos sistemas de unión y fijación, elementos para la construcción panelizada, perfiles de madera reconstituida, forjados mixtos... seguidas de cerca por la investigación en la industria química de tratamientos biocidas que hacen que la durabilidad sea un problema menor. Muchas de estas nuevas soluciones apuntan hacia una construcción prefabricada, muy adecuada a un producto ligero, de fácil transporte y manipulación y muy aconsejable en un mercado en el que cada vez escasea más la mano de obra cualificada. Conviene hablar también del ahorro del consumo energético que se produce al construir con madera -este consumo es infinitamente superior en cualquier otro sistema de construcción habitual- y del hecho de que la madera es, además, un
La construcción con madera actual nos permite por fin pensar en sistemas industrializados tan ambiciosos como los que planteaba Konrad Wachsmann, o singularidades como el Bundesgartenschau de Mannheim de Frei Otto, casos estos y tantos otros que no han tenido la continuidad deseada pero que han abierto caminos por los que avanzar en la actualidad.