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La piedra

Víctor López Cotelo
prólogo
 La construcción en piedra también es ejemplo de ligereza y elegancia y está llena de posibilidades de uso y expresión
© Lluís Casals

Pabellón Alemán de Ludwig Mies van der Rohe, Barcelona, 1929. Reconstruido por Cristian Cirici, Fernando Ramos e Ignasi de Solà-Morales entre 1983 y 1986.
“La originalidad de Mies van der Rohe estaba no tanto en la radical novedad de los materiales presentados, como en lograr que éstos expresasen un ideal de modernidad a través del vigor de su geometría, de la exactitud de sus despieces y de la claridad de su montaje” (Cristian Cirici, Fernando Ramos e Ignasi de Solà-Morales. Mies van der Rohe. El Pabellón de Barcelona. Ed. Gustavo Gili, Barcelona 1993, p. 13).

No hay que temer a la materia sino penetrarla con el espíritu
Joseph Wiedemann

La piedra fue junto con la madera y la arcilla soporte material de la evolución de la arquitectura. La proximidad a los yacimientos determinaba de manera inexorable su uso. La relación de la arquitectura con el territorio se establecía a través de dichos recursos. De manera lógica, tras su extracción y elaboración se constituían en soporte del hecho arquitectónico marcando con sus propiedades y avances el ritmo del progreso de la arquitectura. Al alcanzar los límites de sus posibilidades surgieron otros materiales dejando relegados a su papel tradicional a los primeros, quedando unidos a la arquitectura del pasado, despreciando sus cualidades en aras de una modernidad que ofrecía un nuevo repertorio formal. Frente a la ligereza de los nuevos materiales se vinculó la piedra con la “arquitectura pesada” como si la densidad del material abocara a la pesadez arquitectónica, olvidando los maravillosos ejemplos de ligereza del gótico, la elegancia exacta y precisa del pabellón de Mies van der Rohe de Barcelona o el sobrecogedor espacio de luz tallado en la montaña, vacío e inmaterial, propuesto por Chillida para Tindaya, sin reparar en que la pesadez o ligereza de la arquitectura es cuestión del espíritu. ¡Cuántos pesados edificios de vidrio se construyeron! ¡Cuántos pesados excesos de virtuoso diseño en aluminio! ¡Cuánta retórica de titanio en contraste con elegantísimas y purísimas estructuras de hormigón!
Todos los materiales se han beneficiado de los avances de la técnica, incluso la piedra, y hoy contemplamos la arquitectura como una disciplina llena de responsabilidad que además de perseguir la belleza como fruto de la inteligencia considera el ciclo completo y el balance final de los recursos utilizados en la construcción.
En cantera la piedra está llena de posibilidades y queda en nuestras manos darle el uso y expresión que todas las técnicas, antiguas y nuevas, ponen a nuestra disposición.

Víctor López Cotelo
Septiembre 2008